El After Office Milanés

Desde las seis de la tarde hasta las diez de la noche, los que andamos por la gran metrópolis italiana nos podemos deleitar con su famoso ritual: la cuestión del Aperitivo. 
Los bares que son parte de esta movida se llenan de gente. Además de poder disfrutar de un clásico spritz, o un campari, birra o copa de vino (por nombrar algunas bebidas) tenés disponible una variada delicia de platos gastronómicos que se te hace agua la boca de solo mirarlos. También postres. El precio: entre 8 y 10 euros. Mamma Mía, Spettacolare! 

Entre pito y flauta, saboreando una cosa y otra salís hecho un tonel y perfectamente puede convertirse en una cena (de hecho en Milán se lo llama Apericena). No te estoy hablando de papita y maní, a lo que voy es que entre charla y charla de repente mirás tu plato y tiene: una porción de pizza, unos pedacitos de queso brie, fetas de jamón crudo, pasta al forno, lasagna, polenta, verduras y toda la mare en coche. 

Así funciona el aperitivo milanés. Una buena opción para relajarse después de la rutina diaria, con amigos o en pareja. 

Si además querés disfrutar de un aperitivo con buena música hay algunos Jazz Bar que ofrecen su menú con trompetas de fondo. Una linda zona para ir de aperitivos en Milán es la de los antigüos canales, conocida como Navigli. Con otra linda vista y más turísticos, son los aperitivos que podemos hacer alrededor de la Piazza del Duomo en plena zona centro de la ciudad. También hay varios museos y teatros que se sumaron a esta tradición entonces si sos fan del arte, es una buena opción ir a beber una sabrosa copa y charlar de la vida con la gente bohemia que da vueltas por esos museos. Para los amantes de lo más sofisticado y glamoroso está por ejemplo el "Marc Jacobs Café" en Zona Brera o el "Just Cavalli" en Parco Sempione. Y también los bares de Corso Como para todo el que quiera envolverse de las últimas tendencias de la ciudad.
Desde el minuto cero percibí que Milán vive y respira arte, moda y espectáculo. Es estimulante observar con cuánto gusto y estilo cada persona, cualquiera sea su origen, hace de las calles una pasarela.  
En conclusión, me ha sido posible sumergirme en la esencia de esta ciudad deleitándome de Aperitivo en Aperitivo.