Me Llama La Atención

Hoy amanecí temprano. Pronóstico: 12 grados??? Pero te lo pido por favor!!! È vero??? Salté de la cama de emoción. Un exquisito clima caribe, para el frío que me venía cacheteando desde hace días. 

Una colazione y me fui a mover un poco las tripas al gimnasio que me queda a dos cuadras de casa. Estoy profundamente enamorada del gimnasio. No puede más de bello. Tiene una cantidad de máquinas relucientes que te incitan a probarlas. Hay una muy asombrosa que es para "pedalear" pero con los brazos porque enganchás tus manos como en unos "pedales" y vas dando vueltas como bicicleta. No…. una cosa de locos que quiero probar todo al mismo tiempo! Encima acá la gente es ubicada. Las máquinas para hacer cardio tienen un cartel que te advierten que no las uses por más de 30 minutos y la gente lo cumple. Cada uno pone su toallita para no dejar sudoraciones en las máquinas. Me gusta esa pulcritud. La señorita que te va limpiando el piso de parquet para dejarlo brilloso cada diez minutos. Bueno... se disfruta... además tiene sauna, baño turco, maquinita de café y no se siente mucho ese "olor a gimnasio".

Roguemos y esperemos que me dure el amor y la idealización y vaya los seis meses que ya dejé pagados. Se que voy a ir. Tengo que ir. Se me vienen a la cabeza imágenes de la comida de acá porque es muy rica. Lo fuerte es salir del gimnasio con las piernas temblando, affamata (me gusta esa palabra quiere decir famélica, hambreada) ir caminando a tu casa y sentir las Pasticcerias emanando olor a focaccia recién salida del horno, al lado un cartel que dice "Piadineria" (una de mis delicias saladas italianas preferidas, algún día hablamos de ella), restaurantes que te ofrecen un menú que tiene un antipasto de entrada, un primer plato que siempre es pasta, un segundo plato que sale con alguna carne y un acompañamiento y el "dolce" que no puede faltar para quedarnos con gustito a dulce. Esto es un constante resistir. La comida italiana me persigue vaya a donde vaya pero YO PUEDO! No voy a caer en la trampa. 

Y sigo caminando y en la esquina, antes de llegar a casa, siempre me invade el olor a cigarrillo del travestí con el cual cruzamos miradas todas las mañanas. Me da vergüenza mirarla como la miro porque soy evidente pero la miro siempre... sin disimulo... porque me sorprende su femeneidad. Ella siempre con un cigarrillo en mano fumando y fumando. Cuando me voy y cuando vuelvo la misma escena. No es su horario de mayor trabajo porque siempre está ahí lista pero nose… ya siento que nos conocemos. Hay muchos travestis italianos o italianas vamos a decir porque me confunden todo el tiempo están muy bien convertidas. 
El otro día me tenía que depilar las cejas y no sabía donde meterme y veo un localcito que decía: "Depilación Con Hilo". Ay!!!!!!!!! Qué dolor nunca más en mi vida pruebo algo así. Tampoco me di cuenta que la que me estaba depilando (con hilos de coser los botones, muy extraño: googlear depilación con hilo) era un travestí de Egypto. Me dijo que vuelva que me iba a hacer descuentos por ser nueva en el barrio. Siento que perdí mi identidad porque me quedaron unas cejas muy finitas. No veo las horas de que me crezcan de nuevo.  

Te contaba que iba camino a casa y quise encontrar una dietética para comprar tutucas porque las amo combinadas con mate. Nos costó mucho encontrar una, el concepto de dietética como la de Argentina no se halla. Cuando por fin encontramos un "Negozio Biologico" no existían las tutucas. Pero como puede ser!!! Como no va a haber tutucas!!! Y te enojás por unos minutos porque bueno… son esas boludeces que te conectan con algo de tus costumbres. Pero conseguí otras cosas que me hicieron bien al alma, muy de mi rutina cordobesa. Y volvimos en el bondi con las compras charlando con mi novio y descifrando si el que teníamos al lado sentado era o no era travesti "Me parece que no. Pero mirá que me parece que si". Conclusión: No hay tutucas. Hay travestis en Milano.
Y es así como uno se sorprende todos los días. Sobretodo cuando estamos en un contexto desconocido. Todos los días una nueva película. Me fascina.